Samsung informó abiertamente los resultados de las investigaciones llevadas a cabo por 700 investigadores que se encargaron de revisar más de 200.000 dispositivos y 30.000 baterías, se llegó a la conclusión de que las fallas en las baterías se debió a que el diseño del equipo provocaba una presión no calculada en las celdas de la misma, causando así los problemas reportados.
- Test de durabilidad: Comienza con pruebas de sobrecarga sobre las baterías nuevas, punciones con clavos y pruebas de temperaturas extremas.
- Inspecciones visuales: se harán inspecciones visuales basadas en criterios y guías estandarizadas sobre cada una de las baterías bajo pruebas.
- Rayos X: Cada batería pasará por rayos X para revisar sus interiores en búsqueda de anormalidades.
- Pruebas de carga y descarga: Estas pasaran por un test a gran escala de carga y descarga.
- Pruebas TVOC: estas hacen referencia a las pruebas de Total Volatile Organic Compound para revisar que no se filtre nada de los componentes volatiles orgánicos de cada batería.
- Pruebas de desarmado: Cada batería será desarmada para verificar su calidad, este desarme incluirá la placa de conexión y el aislante de la misma.
- Pruebas de uso intensivo: estas son pruebas que simulan un uso intenso del equipo lo cual genera escenarios de descarga rápida de la batería
- Pruebas ΔOCV: Las Delta Open Circuit Voltage tests hacen referencia a las pruebas en el cambio del voltage de las baterías que van desde el proceso de manufactura hasta el ensamblaje de estas en los equipos que las utilizarán para verificar que los cambios de voltaje no generen problemas.
Además de todo esto, Samsung ha incorporado un grupo de asesores externos con investigadores y expertos para asegurarse de que la compañía tiene en claro los objetivos de seguridad e innovación en lo que respecta a este punto crítico.
Veremos si con esta campaña de transparencia puede la compañía ganarse de nuevo la confianza de sus consumidores.