Se trata de un mini equipo armado a mano con un micro controlador de 8 bits RISC con una velocidad de 6.5KHz, 16KB de SRAM Y 128kb de almacenamiento. Para poder instalar Ubuntu, que es la distribución que se utilizó para este experimento (raro, hay otras distros mucho mas livianas) nuestro héroe Dmitry Grinberg (?) tuvo que escribir un emulador para hacerle creer al sistema que el procesador era uno de 32 bits. El sistema pudo ser instalado pero le tomó como unas 4 en instalarse dos de ellas fueron espera hasta que apareció la línea de comandos libre, el sistema funciona, pero le toma demasiado completar las ordenes que le son dadas desde la línea de comandos jeje.
El video:
Interesante experimento, que prueba que Linux funciona en absolutamente cualquier equipo, sin importar sus limitaciones de hardware.
Vía | Engadget