La sonda espacial Voyager 2 de la NASA que fuera lanzada allá por 1977 para realizar un gran recorrido por nuestro sistema solar podría estar cerca del espacio interestelar. La sonda se encuentra a más de 17 mil millones de kilómetros de la tierra y lleva consigo un mensaje para los extraterrestres, el icónico Disco Dorado además, por si fuera poco esta aún envía datos a diario desde sus diversos sensores a la tierra. Recientemente ha detectado un aumento en rayos cósmicos de mayor energía que se originan fuera de nuestro sistema solar, este aumento de rayos cósmicos indica que la Voyager 2 pronto podrá atravesar la heliosfera, que vendría a ser la “burbuja” de partículas cargadas generadas por nuestro sol, y cruzar hacia el espacio interestelar. Mientras tanto la Voyager 1 ya se encuentra en el espacio interestelar desde el 2012.
Desde el JPL dicen:
El hecho de que la Voyager 2 pueda acercarse a la heliopausa seis años después de la Voyager 1 también es relevante, ya que esta se mueve hacia adentro y hacia afuera durante el ciclo de actividad de 11 años del Sol. La actividad solar se refiere a las emisiones del Sol, incluidas las erupciones solares y las erupciones de material llamado eyecciones de masa coronal. Durante el ciclo solar de 11 años, el Sol alcanza un nivel de actividad máximo y mínimo.
“Estamos viendo un cambio en el entorno que rodea a la Voyager 2, no hay duda al respecto“, dijo el científico del proyecto de Voyager, Ed Stone, con base en Caltech, Pasadena. “Vamos a aprender mucho en los próximos meses, pero aún no sabemos cuándo llegaremos a la heliopausa, es algo que puedo afirmar con certeza”.
En aproximadamente una década, las Voyager 1 y 2 se quedarán sin energía y quedarán en silencio. Pero aún continuarán sus viajes flotando entre las estrellas en órbita dentro de nuestra Vía Láctea esencialmente para siempre o hasta que sean interceptadas, un evento improbable pero ciertamente posible.
Quizás nunca sepamos si una civilización extraterrestre escuche alguna vez el Disco de Oro a bordo de las sondas, este fue un regalo de la humanidad al cosmos. Pero también es un regalo para la humanidad, el disco encarna un sentido de posibilidad. El disco y los Voyagers que los llevan son un recordatorio de lo que podemos lograr cuando estamos en nuestro mejor momento como humanidad.