Luego de bastante tiempo de debate en la comunidad tecnológica sobre si el Kinect estaba realmente muerto o no, llega Microsoft y anuncia que dejará de fabricar este accesorio que fuera lanzado con la Xbox 360 allá por el 2010 y desde entonces vendió unos 35 millones de unidades convirtiéndose así en dispositivo de consumo de más vendido del 2011 ganando así un récord Guinness en esa época.
Desde su lanzamiento junto con la iconica 360, se construyó una muy buena comunidad alrededor de Kinect llena de hackers que buscaban crear experiencias de rastreo de movimiento y profundidad con la tecnología de las cámaras y micrófonos del dispositivo. El problema se sucedió que a pesar de que se actualizó para incluirlo en la Xbox One, las funcionalidades y el precio no ayudaron a mantenerse al mismo nivel que las expectativas y ya con el lanzamiento de la Xbox One S el puerto de conexión de este dispositivo se quitó totalmente y se fabricó un adaptador que se vende por separado para quienes quieran aún conectarlo…
Así y todo Kinect dejó mucho más en el mundo tecnológico que cualquier otro producto “fallido” su tecnología ayudó a Microsoft a avanzar en otros productos tales como los HoloLens que utilizan muchos de los avances que introdujo Kinect sobre el rastreo de movimiento y profundidad, además las nuevas notebook que vienen con cámaras que soportan la funcionalidad “Hello” de Windows 10 para desbloqueo facial también hacen uso de estas tecnologías y por último los lentes de Mixed Reality también lo hacen.
Como nota de color, nada más y nada menos se encuentra utilizando estas tecnologías en su iPhone X que saldrá a la venta dentro de poco para el desbloqueo y reconocimiento facial ya que hace un tiempo esta compró a PrimeSense los fabricantes originales del primer Kinect y bueno, básicamente ahora miniaturizaron uno que es el que vemos en esa horrible pestaña en la parte superior del nuevo smartphone de la manzanita.