Confirmado por Microsoft en su blog, la próxima generación de procesadores tanto de Intel (Kaby Lake), Qualcomm (8996) y AMD (Bristol Ridge) no serán compatibles con versiones anteriores a Windows 10, es decir que los usuarios de estos procesadores no podrán utilizar ni Windows 7, 8 u 8.1, solo podrán utilizar la versión más reciente del sistema operativo de Microsoft si quieren seguir obteniendo soporte por parte de este último, esto, según Microsoft, les permitirá centrarse más en la integración del sistema con el procesador para un mejor funcionamiento, lo que a pesar de pintar feo en un principio, es una buena noticia para todos ya que tendremos en un futuro cercano, un SO más confiable y con mejor rendimiento además de dejar de dedicar tanto tiempo en soporte para sistemas operativos antiguos que requieren soporte especial para poder funcionar en plataformas modernas, como es el caso de Windows 7, que fuera lanzado hace ya 10 años y que al momento de su lanzamiento no existía ningún tipo de SOC como los actuales y por ende necesita de drivers y diferentes actualizaciones para emular el soporte a las nuevas características del hardware actual.