Como era de esperar, la resistencia del aire y el agua no son las mismas, ofreciendo esta ultima la mayor de las dos, podemos ver esta resistencia en funcionamiento en un simple experimento realizado por físico (obviamente) noruego donde se dispara bajo el agua con un rifle de asalto y podemos ver en cámara lenta cómo la bala pierde toda velocidad en segundos para luego caer lentamente al fondo de la piscina.