Durante un evento especial centrado en la educación, Microsoft introdujo al mundo una nueva versión de su sistema operativo bajo el nombre de Windows 10 S y se diferencia en primer lugar por apuntar a las escuelas y en segundo lugar a que este es una versión bajo un estricto control que no permite la instalación de aplicaciones que se encuentren fuera de la tienda de aplicaciones de Microsoft, es decir, no podremos instalar ningún programa que bajemos de internet fuera de esta tienda, al intentar abrir el ejecutable nos aparecerá una ventana sugiriéndonos la versión alternativa de la misma (si es que existe) en la tienda para descargar. Si queremos saltear esta restricción tendremos que pagar un extra para actualizar a la versión “pro” del sistema.
Esta funcionalidad ayuda en parte a proteger el sistema de aplicaciones que no hayan pasado el control que realiza Microsoft antes de admitir una app en su tienda por lo que se espera una drástica reducción del deterioro del sistema que se va generando durante un uso normal diario donde instalan y desinstalan aplicaciones de diferentes fuentes, permitiendo así en el caso de las escuelas con este sistema operativo en sus equipos, llegar al final del año escolar sin tanta necesidad de mantenimiento.
El sistema estará disponible para todos los usuarios que adquieran los nuevos equipos de gama media/baja que lo incorporen y podrán realizar un “upgrade” a la versión “pro” de Windows 10 pagando unos 50 dólares extras. Windows 10 S vendrá pre-instalado en laptops que saldrán al mercado pronto de la mano de diferentes fabricantes con precios que rondan los 189 dólares en un claro movimiento por intentar quitarle algo de este mercado a las chromebooks con Chrome OS de Google que tan bien se han instalado entre los consumidores regulares y las escuelas de Estados Unidos al menos.